Autor: José Luis Rodríguez
Una
ciudad monumental como Úbeda es visitada por centenares (o miles,
según la época) de turistas, que en muchos casos realizan una
visita aleatoria, con su plano turístico en mano, o en grupo, con un
guía llevándoles al trote por su amplio repertorio monumental.
Dejaremos para mejor ocasión algunos comentarios sobre uno y otro
caso, que a todos se nos ocurre alguna anécdota. Traigo ahora una
forma distinta de ver una ciudad histórica: seguir las huellas de la
“otra” historia, la que dejaron las minorías (sean éstas
religiosas, étnicas, sociales o económicas), que no pasa por las
grandes catedrales o palacios, y que a veces hay que buscar en los
barrios pobres.
Este
es el caso de una ruta por las huellas de la que debió ser una de
las mayores juderías hispanas en los siglos XII-XIII, coincidiendo
con los últimos años musulmanes y los primeros de la conquista
cristiana (1233, reinando Fernando III, gracias a una acción
conjunta de las órdenes de Santiago y Calatrava. Ya hubo una
conquista anterior, con Alfonso VIII, en 1212, que fue reconquistada
poco después). Sin llegar a los extremos del libro “Úbeda en
Sefarad” (que llega a afirmar que todas las familias hidalgas son
de origen judeoconverso), sí puede afirmarse que la comunidad judía
tuvo gran peso económico en la vida local, con casas y sinagogas
incluso fuera de la judería (localizada en el barrio del Alcázar).
Se
puede iniciar la visita en la plaza de S. Pedro, para recordar que
esta preciosa iglesia gótico-renacentista fue en su origen, un
oratorio mozárabe. Dejando a un lado el Palacio de los Marqueses
de la Rambla (hoy hotel de lujo), bajando por la calle Cava
(tan presente en las obras de Muñoz Molina) encontramos el torreón
del Portillo del Santo Cristo, recientemente restaurado, que era
el antiguo ángulo o bastión de los Carbajales, familia de
uno de los caballeros de la conquista y que se adueñó de una gran
casa judía adosada a la muralla. Justo detrás, hallamos la primera
de estas casas, del siglo XIII, con las estrellas de David
entrelazadas en las enjutas de la portada, formando una figura de 12
puntas.
Saliendo
a la plaza de San Lorenzo (otro espacio de la Mágina
novelada) vemos la antítesis: una casa con los escudos de los
conquistadores: cruces flordelisadas sobre medias lunas (victoria de
las Navas de Tolosa).
Dejamos a la derecha la Casa de las Torres
(y su leyenda de la emparedada) y giramos para entrar de nuevo al
barrio, encontrando una de las casas más conocidas, que da nombre a
la calle: Luna y Sol. La portada, con arco de medio punto, muestra
los escudos del sol (a la izquierda) y la luna (derecha). En la
clave, un escudo con dos torres con las puertas abiertas (ciudad
conquistada, ya no hay peligro), flores de lis (la pureza de la mujer
hebrea), dos estrellas de David entrelazadas (familias judías) y
rematadas con una cruz del Calvario (conversos). Se conoce también
como la casa del almojarife o del astrónomo.
Al
lado, una casa con la estrella casi tapada por siglos de enjalbegado
de cal, junto a una cruz del Calvario, señal de su forzada
conversión.
Frente
al pastiche del Palacio del Marqués de Contadero, atrozmente
rehabilitado para sede de la Empresa de Turismo de Interior, se alza
el Museo Andalusí, una iniciativa privada de un
conocido ubetense. Tras su portada plateresca se abre una casona
señorial, organizada en torno a un patio porticado, con columnas
hexagonales (del XIV-XV) y cilíndricas (XVI), que sorprende por su
tono rojo.
De entre sus múltiples objetos, señalamos aquellos
relacionados con el tema de la ruta: maderas recogidas en casas
judías del XIII-XIV (ménsulas, vigas, puertas, zapatas, etc. con
sus típicas tallas geométricas), la puerta de la casa Guerrero
(tallada en lacería de 4 puntas), un fragmento del artesonado de una
casona del XIII, colección de azulejos de cerámica estrellada (más
tardíos, del XV al XVIII), pucheros de cocina y una curiosa
colección de alcuzas de aceite (desde el XIII).
Pasando
por la iglesia de Santo Domingo, por la puerta de Granada se sale
hacia las huertas y campos de labor, con una maravillosa vista
panorámica al valle del Guadalquivir y Sierra Mágina, y dejando las
ruinas de las tenerías judías a nuestra derecha, circunvalando la
muralla, volvemos a entrar por la antigua Puerta de los Judíos
(Bad-Yahud), hoy parcialmente reconstruida (y ya decorada con
el oportuno graffitti). En la Cuesta de los Carbajales, frente
a su palacio, se halla la llamada “Sinagoga de Salomón”,
en realidad dos casas del s. XIV habilitadas para imitar la que debió
ser la sinagoga de la aljama (reunión) judía. Al
entrar, la cátedra del rabino, y frente a ella, el baño ritual, con
un lavabo califal (S. IX), que aprovecha una pieza de mármol
proveniente de un friso romano del S. I (mirar el espejo colocado
para disfrutar de la talla). Sobre nuestras cabezas, una viga
cargadero o selmo, con canes, de un palacio mudéjar del XIV.
En
la jamba de la portada interior de acceso se halla la mezuzá,
una caja hueca y alargada, de unos 10 centímetros de largo, en la
que se introduce un rollo de pergamino, que reza dos plegarias: la
más solemne del judaísmo, «Shemá Israel» ("Oye, oh
Israel" (Deuteronomio 6:4-9)) y «Vehayá im shamoa»
("En caso que me oyerais" (Deuteronomio 11:13-21)). El
grabado de las oraciones en el pergamino es efectuado por un escriba
ritual, llamado Sofer Stam, que es quien también escribe a
mano los rollos de la Torá. En su parte externa, la
mezuzá lleva inscripta la palabra "Shadai",
uno de los nombres de Dios, «El que cuida las puertas de Israel». A
veces se confunde este ritual con el de las filacterias,
cajas de cuero negro que contienen oraciones y que se llevan anudadas
en el brazo y sobre la cabeza (aunque los judíos ortodoxos
consideran un insulto este nombre, que significa en griego "amuleto",
lo que está prohibido en el judaísmo, usando el término
"tefilim").
En
la planta alta, la reconstrucción de una escuela talmúdica. En la
sala se halla una Torá, sobre piel de gacela,
extendida (si hubiese presente un judío, debería enrollarse y
guardarse, pues ni siquiera para leerla se puede tocar, usándose
para seguir el renglón un punzón de plata). En la cabecera, un
sillón de taracea, de marfil sobre ébano, con dos estrellas de
David y la Menorá (candelabro ritual de siete bravos,
símbolo de Israel, recuerdo del arbusto ardiente de Moisés).
Enfrente, un manto morado con la Hanukia o Januca,
el candelabro de nueve brazos que hace referencia al milagro de las
lámparas de aceite del templo de Salomón, y que a veces se confunde
con el anterior.
Siguiendo
camino, en el callejón detrás de Santa María se encuentra otra
casa judía, con las dobles estrellas de David. Pasamos ante el
Palacio de Valenzuela, casa de las Siervas de María, que fue solar
de canónigos y tesoreros de la Colegiata de Santa María de los
Reales Alcázares, edificada sobre la mezquita aljama, y admiramos la
fachada del palacio del Marqués de Mancera, que fue Virrey
del Perú, de donde trajo bastante plata para rebosar los retablos de
todas las iglesias ubetenses. A su lado, la antigua casa del príncipe
musulmán, hoy sede de los juzgados.
Dejando
a nuestra derecha la maravillosa fachada de la Capilla del Salvador
(con su leyenda judía sobre la "puerta del paraíso"),
llegamos a la Gradeta de Santo Tomás, donde hay dos casas
judías, con sendas estrellas de David de seis y doce puntas. La
segunda es conocida como casa del judío Samuel, almojarife de
Alfonso X.
Hay
una visita curiosa, el palacio de los Granada-Venegas,
la familia de un converso morisco de alta alcurnia, reyezuelo que
defendió Baza y Guadix contra los Reyes Católicos, y que rindió
cuando se aseguró un trato de favor para su linaje, lo que consiguió
de Isabel de Castilla, que personalmente lo “convirtió” y
presidió su bautismo. El palacio es un gigantesco almacén de
muebles antiguos, con algunos elementos interesantes de época
mudéjar.
Es
preferible seguir a la Sinagoga del Agua, un hallazgo
sorprendente que se encontró al pretender reconstruir tres casonas
antiguas, y descubrir en sus sótanos una sinagoga completa, con la
particularidad de hallarse fuera de la judería. Lo más curioso es
encontrar en ella un baño ritual (mikvé), así como
una vivienda (posiblemente la del rabino), con cocina, bodega y
almacén. Se puede fechar a fines del XII o principios del XIII,
antes de la conquista cristiana.
Accediendo
por la primera casa se observa un arco cargadero, que separaba del
patio, que fue cerrado en el XIX. Las columnas tienen capiteles de
hojas de palmera, que para los judíos es el árbol de la vida, del
júbilo, del fin de la travesía del desierto, con relieves de
granadas, cuyos 613 granos representan los 613 versículos de la
Torá. Se exhibe en la pared un curioso documento cristiano del XIV,
que describe la Úbeda medieval, en la que dicen existían 4
sinagogas. A su lado, el libro de Abolá Fará, parte del
Talmud, escrito en Úbeda en 1290.
La
sala de oración, orientada a Jerusalén, tiene tres naves, con su
galería de mujeres separada por la mechitsa, con arcos
apuntados sobre pilares poligonales. Tiene una Torá
del s. XV, escrita en piel de gacela, con su punzón de plata para la
lectura. Junto a ella, un Talmud y el Libro de
Esther, que se lee en la fiesta del Purim, una de
las más alegres del calendario judío, en la que celebran cómo ésta
heroína bíblica les salvó de la aniquilación a manos del rey
persa Asuero (Jerjes I), en la que se hacen regalos y los
niños hacen sonar carracas de madera al pronunciar el nombre del
sátrapa.
Lo
más sorprendente es el baño ritual o mikvé, bajo la
nave mayor de la sinagoga. Se accede por escalones tallados en la
piedra a lo más profundo (siguiendo el Salmo “desde lo más
profundo gritaré tu nombre”) de la casa, donde hay un
afloramiento de agua pura, que ha de regenerarse, no ser estancada.
El baño es solitario, no comunal, por doble inmersión, y se hace en
los momentos importantes de la vida (tras dar a luz, antes de un
viaje, de las bodas, de un negocio, etc.). En el solsticio de verano,
a la hora segunda (las 10:00), un rayo de sol entra por un ventanuco
a pie de calle y da en el agua del baño, creando una sensación
mágica.
A
la salida, no puede uno menos que maravillarse ante la torre-fachada
del Palacio de los Condes de Guadiana, aunque sepa que fue edificado
sobre una manzana de casas judeomudéjares. Pero eso es la historia:
capas de cultura sobre capas de destrucción. Hasta hoy.
Fotos: José Luis Rodríguez.
7 comentarios:
Soy jiennense, para mas exactitud campiñés, pero un enamorado de Úbeda. Me siento obligado a felicitarle por esta entrada "otra forma de visitar una ciudad monumental"
Gracias, la ciudad merece que la demos a conocer.
Hola, soy linarense, y amo Úbeda y Baeza.
Si es que en turismo interior lo tenemos todo. Felicidades
SOY ANTONIO MARTINEZ DE UBEDA, HIJO DE JUAN MARTINEZ DE UBEDA. POETA, ESCRITOR Y PERIODISTA UBETENSE, QUE NACIÓ, EN LA BELLA ÚBEDA, HACE ESTE AÑO, UN SIGLO.
MI ABUELA MATERNA ERA LA MODISTA DE ÚBEDA. MI ABUELO PATERNO, EL GUARNICIONERO DE LA CALLE TRINIDAD. AMO ÚBEDA, LA SIENTO, Y ESTUDIÉ EN ÚBEDA, AUNQUE NACIDO EN LINARES.
EL LA CALLE ROQUE ROJAS VERANEABA Y PASABA ALGUNAS VACACIONES EN CASA DE MI ABUELA. AQUELLO YA ME HACÍA SONAR EN MI CORAZÓN DE POETA A SINAGOGA ETC.
FELICIDADES.
DE PEQUEÑO CUANDO MI PADRE SE ESCAPABA A SU PUEBLO QUE ES CUIDAD, CONOCÍ A SUS AMIGOS, JUAN PASQUAU, DOMINGO MOLINA, PALMA BURGOS Y TANTOS AMIGOS SUYOS, QUE DESPUÉS LO FUERON MÍOS. GENIAL SU PÁGINA.
VERSOS A LA ÚBEDA DE MIS ABUELOS.
SONETO I
DE BLAS Y ANTONIA SOY NIETO HEREDERO
DE RECUERDOS MATERNOS Y PATERNOS.
Y DEL NACER ERAN PRIMOS FRATERNOS
EN LA ÚBEDA DE LAS LOMAS, TENDEDERO
JIENENSE CON MONUMENTO IMAGINERO,
UNO A UNO EN NOBLES PEDRISCOS ETERNOS,
DONDE CONVENTOS, QUE COMO QUITAN INFIERNOS,
PARA LA FE MAS FRÍA EN TROPEZADERO.
DE LA CALLE TRINIDAD Y BAJAR DEL REAL,
COMO BAJANTE CASCADA DE SENTIMIENTOS,
COMO EJE, LOMO DE LIBRO A LOS DOS LADOS.
LA TRINIDAD, EDIFICIO ECLESIAL, POR LEAL
AL BARROCO MAS CASTELLANO EN URDIMIENTOS,
Y EN LA PLAZA GENERAL SARO INVITADOS.
SONETO II
BLAS POR SEÑOR ARTESANO GUARNICIONERO
CON CALLO EN SUS DEDOS, CLAVA LA AGUJA
EN TALLER, ENHEBRANDO, QUE PESETA PUJA
PARA EL COMER DE LA MINA QUE ES CUERO.
ANTONIA SENSATA MUJER EN GRAN COSTURERO
DE APELLIDO HIDALGO, MODELA ESCOTE Y EMPUJA
PATRONES, Y CON JABONCILLO DIBUJA
VESTIDOS DE ELEGANCIA DE QUIEN ES PRIMERO.
DICEN QUE ANTONIA LINDEZ LA MODISTA,
DICEN QUE BLAS ERA GRAN GUARNICIONERO
Y ARTISTA DEL CUERO. Y HASTA UN JUAN POETA
DE ÚBEDA, VATE PORQUE ERA ELITISTA,
PROLÍFICO EN VERSO Y EN SENTIR ORFEBRERO,
ES PADRE, A QUIEN VERSALIZAR ES META.
ANTONIO MARTINEZ DE UBEDA
VERSOS A UN PRIOR DE SAN PABLO DE ÚBEDA.
PRIOR DE SOTANA LIBRE EN ÚBEDA, Y POETAS
DONDE PIEDRAS CON MARCA DE SANGRE DE TORO
SELLAN A AYUNTAMIENTO EN PLAZA Y ORO,
SUBIDA APLAZA SAN PABLO Y PROFETAS,
DONDE CAMINAR DE SANDALIAS DE ASCETAS,
CRUZAN CON JUAN DE LA CRUZ; CONDECORO
MÍSTICA Y SILENCIO, YEN CONVENTO EXPLORO
SIGLOS, QUE PINTANCABALLETE Y PALETAS.
ESQUINA SAN PABLO, DONDE PRIOR LAVARIA
LAS ECLESIÁSTICAS MANOS PARA MEDITAR,
QUITANDOSE LA SED CON AGUA DE FRESCOS CHORROS,
CARMELITA AMIGO Y ABREVADERÍA,
LEJOS DE CASTILA GRANDE PARA INCITAR
A OLIVOS, PLEGARIA Y ÁNGELES EN CORROS.
ANTONIO MARTINEZ DE UBEDA
LA FILOSOFÍA DE ÚBEDA.
LA ÚBEDA DEL MUNDO.
POETA, Y DONDE EN MIS RETINAS DE PIEDRA,
MIS OJOS PERPLEJEAN, PLAZA EL SALVADOR.
Y MI CORAZÓN QUE LATE ES SITIO OBRADOR,
LOMAS CON SUR A BAEZA Y A LA YEDRA DE HIEDRA..
Y EN PUERTA DE GRANADA, LA MAS POLIEDRA
MONTAÑA, SIERRA MÁGINA Y MIRADOR,
SANTA MARIA, MEZQUITA DE UN LABRADOR
ÁRABE, CON EMPAQUE DEL QUE AHORA MEDRA.
SUBIRE EL REAL, CUESTA A CALLE TRINIDAD,
TOMARE FRESCOS DE FE, EN SAN ISIDORO,
Y EN SAN PABLO AGUA EN FUENTE DE DOS BRAZOS,
DONDE JUAN DE LA CRUZ HIZO CARIDAD
Y MEDITACION DE VERSOS CON PLUMA MONÁSTICA Y ORO,
CONVENTO DE ANGELES, SIEMBRA Y ABRAZOS.
SON IDEAS DE PIEDRAS METAFISICAS,
EN VAZQUEZ DE MOLINA, QUE ES UNA PLAZA,
VERGEL DE ESPLANADAS DE ARTE Y SIN RAZA,
RENACIMIENTO HISPANO DE LÍRICA Y FÍSICAS.
PASEO CON JUAN PASQUAU PARA PLÁTICAS,
CON MAT´ÇIAS CRESPO POR PINTURA QUE EMPLAZA,
Y CON EL CURA CANTERO POR LÉXICO QUE EN PAZ APLAZA
A LOS SILENCIOS, POR SER VERDADES MÍSTICAS.
HE SENTADO A LOS RELOJES DEL TIEMPO
PARA PARARLOS… PALMA BURGOS ERA
VOZ, JUNTO A JUAN MARTINEZ DE UBEDA,
TEORÍAS DEL HABLAR CON SIEMBRA Y DESTIEMPO,
ENSEÑANDO FUTURO QUE A POSGUERRA CEDA,
PARA QUE UN NIÑO, POETA SOLO SE FUNDIERA.
HUMANISTA ANTONIO MARTINEZ DE UBEDA LINDEN.
HIJO DE JUAN MARTINEZ DE UBEDA (1916,1963) ESCRITOR, POETA Y PERIODISTA.
Publicar un comentario