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21 de diciembre de 2011

LAS PIEDRAS DE STONEHENGE




¿Cómo saber que un monumento se ha convertido en un lugar mítico para el consciente cultural del colectivo humano? Muy fácil: cuando algún caradura escribe un libro sobre dicho monumento y los extraterrestres.

Uno de esos lugares es Stonehenge, el más famoso monumento megalítico que existe. En realidad no es único; pertenece a la familia de los crómlech que definimos como conjunto de menhires colocados en círculo y que los podemos encontrar en Gran Bretaña, Francia, Portugal e incluso en Egipto. Su construcción, tanto la de Stonehenge como la de los demás, es relativamente reciente: entre el 3.500 y el 2.000 a. C.,  a finales del Neolítico.

Su función no es algo que tenga muy claro los arqueólogos. Muy probablemente sean lugares de enterramiento que luego pasaron a tener funciones de templos y de reunión. Hace no mucho tiempo, leía en un artículo de National Geographic sobre que Stonehenge pudo ser un lugar sagrado dedicado también a la sanación. Mucho se ha estudiado también sobre su posible función como calendario solar,  pero ahí los especialistas se andan con pies de plomo y todavía no han llegado a una conclusión definitiva.

Pero lo que ha llevado a Stonehenge a la categoría de mito es el tamaño de los megalitos que lo conforman y el hecho de que esos enormes pedruscos tuvieron que ser transportados desde lugares lejanos puesto que no existen el territorio donde se ubica el monumento.  Si a eso le sumamos una cierta perfección constructiva, ya tenemos el misterio: ¿de dónde vinieron las piedras? ¿Cómo unos hombre prehistóricos pudieron tener la tecnología necesaria para transportarlas y montarlas? A la segunda pregunta es fácil responder: porque la tecnología, más o menos rudimentaria siempre ha estado con el hombre, desde que hicimos la primera hacha bifaz. Algunas de las construcciones más grandes son, o han sido, de hace miles de años. ¿Tenemos que recordar que el teatro Flavio de Roma  (el Coliseo, para entendernos) es más grande que la mayoría de los estadios que hoy en el mundo existen? O que las ruinas de los templos mesopotámicos formaron auténticas colinas, los tells?

Respecto a la primer pregunta, de dónde vinieron las piedras de Stonehenge permitan que no les responda yo sino un artículo aparecido en El Público.com del día 20/12/2011, firmado por David Bollero en el que se nos relata el estado en que se encuentran los últimos estudios sobre el problema. Si a alguien le interesa especialmente el tema, que no se pierda la lectura del libro que se titula específicamente así, Stonehenge de Bernard Cornwell. Es para pasar un buen rato.

Les dejo con el artículo prometido.


DAVID BOLLERO Londres 19/12/2011

Durante siglos, el origen de las enormes moles de piedra que conforman el monumento megalítico de Stonehenge (Wiltshire, Reino Unido) ha sido un misterio. Ahora, un equipo de científicos británicos ha conseguido arrojar más luz sobre su procedencia, que podría situarse en la comarca de Pembrokeshire, al suroeste de Gales, a más de 250 kilómetros de distancia.

Tras nueve meses de investigaciones, los geólogos Robert Ixer, de la Universidad de Leicester, y Richard Bevins, del Museo Nacional de Gales, han llegado a esa conclusión después de comparar más de 700 fragmentos de roca recogidos en las inmediaciones de Stonehenge con un yacimiento de Craig Rhos-y-Felin (Gales). La tasa de coincidencias que arrojó el estudio de la petrografía, el proceso que detalla el contenido mineral y las relaciones de texturas en el interior de la roca fue del 99%.
El descubrimiento alrededor de este monumento, que data de entre el año 3000 y el 1600 antes de Cristo, refuerza la teoría avalada por los arqueólogos de que las rocas fueron transportadas por el hombre prehistórico, en contraposición a la hipótesis sustentada por los geólogos, que son más partidarios de que hubieran sido desplazadas por la acción de los glaciares. De hecho, otras universidades, como la de Sheffield, ya habían trabajado anteriormente en la línea de investigación de posibles canteras prehistóricas.
Incógnitas sin resolver

Sin embargo, la enorme cantidad de esquirlas de piedra encontradas en el monumento algunas de menos de 50 gramos arrojan nuevos interrogantes sobre su origen. La teoría más consolidada es que proceden de las tallas que realizaron los hombres prehistóricos durante el Neolítico para dar mejor forma a las rocas, aunque otras hipótesis barajan la posibilidad de que algunos monolitos fueran destruidos y reciclados en hachas de piedra bajo la creencia de que tuvieran poderes mágicos. En este sentido, otros equipos de investigadores desplazados a la zona, como los de la Universidad de Birmingham, ya están realizando exámenes geofísicos para descartar otros monumentos.
"Ahora tenemos una fuente concreta sobre la que trabajar para dar respuesta a la pregunta que ha generado tanto debate", sostiene Bevins. Sin embargo, y a pesar de que su colega Ixer califica el hallazgo de "inesperado y emocionante", restan otros enigmas por descubrir. El primero de ellos es la procedencia del resto de las rocas, puesto que la mayoría de los fragmentos examinados hasta ahora tan sólo se corresponden con menos del 10% de los monolitos.
Algunos investigadores, como Tim Darvill de la Universidad de Bournemouth o Geoffrey Wainwright, ex arqueólogo jefe de Patrimonio Inglés, creen que las rocas de Pembrokeshire podrían haber estado asociadas a manantiales sagrados, con un marcado significado mágico.
Libro recomendado: Stonehenge de Bernard Cornwel

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