Ilustración del Quijote de Gustavo Doré
"El ingenioso hidalgo...." Levantad la mano los que no hayáis oído hablar nunca del Quijote. Podéis bajarla. Y ahora levantadla los que sí lo hayáis leído ..... A ver tú, el del fondo, ya puedes bajarla. Qué lástima que por tanta pedantería academicista uno de los libros más críticos, divertidos, ácidos y tiernos que se hayan escrito sea rechazado por una mayoría de lectores.
Cuando en esta España nuestra la educación se entendía de otro manera (sin juzgar, sólo de otra manera), había infinidad de versiones infantiles del Quijote que te iban introduciendo poco a poco en el personaje y su mundo; ya más hecho, podía entrarte el gusanillo de leer la obra de verdad y asombrarte de que lo único que no se puede decir de ella es que sea aburrida. Es más, como todos los libros geniales, si te la lees varias veces a lo largo del tiempo y de tus distintas etapas de madurez, parece que estás leyendo libros diferentes puesto que le vas captando matices, y profundidades, que de más jovencito se te habían escapado.
Cuando en esta España nuestra la educación se entendía de otro manera (sin juzgar, sólo de otra manera), había infinidad de versiones infantiles del Quijote que te iban introduciendo poco a poco en el personaje y su mundo; ya más hecho, podía entrarte el gusanillo de leer la obra de verdad y asombrarte de que lo único que no se puede decir de ella es que sea aburrida. Es más, como todos los libros geniales, si te la lees varias veces a lo largo del tiempo y de tus distintas etapas de madurez, parece que estás leyendo libros diferentes puesto que le vas captando matices, y profundidades, que de más jovencito se te habían escapado.
Un historiador o aficionado a la historia no puede entender el periodo de la decadencia del imperio español, que conforma en gran medida nuestra idiosincrasia, sin leer el libro. En él podemos ver lo no viene en las estadísticas o los documentos: el desengaño de esa sociedad, su picaresca para sobrevivir, sus sueños en los que refugiarse, sus esperanzas de mejora nunca cumplidas, el desastre de la quiebra personal y social. Y el amor (aun ridículo, amor.) Tanto es así que uno de los mejores historiadores hispanistas que han existido, Pierre Vilar, escribió una magnífica obra sobre el tema titulada “Don Quichotte et l’Espagne de 1600. Les fondements historiques d’un irréalisme”. Si mal no recuedo aquí se tradujo como “La España del Quijote”.
En fin, como veis yo también soy el gilipollas del fondo que tiene que levantar la mano por habérselo leído. Es más, como adelanto de los regalos de Navidad, os dejo un enlace para que podáis acceder a una increíble versión digital del Quijote que ha hecho la Biblioteca Nacional. Merece la pena recrearse en ella despacito picando en todos los botones porque veréis que desde música hasta una transcripción del facsímil original a la grafía moderna, la web tiene de todo. Y –parece mentira- hasta se puede leer.
1 comentario:
gracias!me lo voy a leer ahora mismo y luego le cuento
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