¡Hay que ver la guasa del cantero! Me
encontraba paseando el otro día por un imponente claustro catedralicio de más
puro gótico del siglo XIII cuando me encontré con las figuritas que les muestro
en las fotografías.
Curiosamante, las tres primeras no se
encontraban en los capiteles, escenario propio de las fantasías calenturientas
de los artistas medievales, sino en la base de las columnas que sostienen las
preciosas arcadas ojivales del claustro. Son unas figurillas minúsculas, poco
más grandes que la palma de una mano, como si fuesen una broma marginal, algo
parecido a los dibujillos que hacen los estudiantes jovencitos en sus libros de
texto. La cuarta figura sí corresponde a una capitel. ¿Su significado? La opinión que nos dio nuestra colaboradora y especialista en
historia del arte Laura Mínguez cuando le enseñamos las fotografías, fue la
siguiente: "Es increíble, no sé qué clase de antilección daban estas cosas, pero el cantero lo pasó bomba, seguro".
No se pierdan las caras de placer y felicidad de los personajes. Juzguen ustedes mismos.
Juegos
menos inocentes
¡De
inocencia, nada!
Y,
finalmente, el cachondeíto.
Fotos tomadas por el autor en el claustro de la Catedral de Ciudad Rodrigo.
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