“..Creo en Jesucristo, su único Hijo, que fue muerto y sepultado y al tercer día resucitó..” Algo así me parece que venía a decir el Credo que nos hacían recitar de pequeños en el colegio y la catequesis. Actualmente no tengo ni idea porque, como escuché en un autobús hace años “Felipe González nos ha cambiado hasta el Padrenuestro” (absolutamente verídico).
Para un historiador, como tal, es absolutamente imposible hablar con seriedad de la muerte de Jesús (ni de su vida tampoco). En la ciencia histórica lo esencial, como en toda ciencia, son las pruebas, en este caso los documentos escritos o arqueológicos. Todo lo que no se base en ellos es mera conjetura y suposición. Pues volviendo al tema, sobre la figura histórica de Cristo no tenemos absolutamente nada. Lo que sabemos o creemos tiene como fuente exclusivamente los Evangelios, tanto los cuatro aceptados por la Iglesia (canónicos) como los que el Vaticano rechaza (apócrifos). Estos relatos, en principio, no son sino transcripciones escritas de tradiciones orales anteriores; probablemente se elaboraron entre el siglo II y IV, es decir, muy posteriormente a los hechos que relatan. Sus objetivos son varios. Por un lado, servir de vehículo de difusión doctrinaria en un momento de expansión del cristianismo por el Imperio Romano. Por otro intentar demostrar la tesis de que el Cristo fue el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento relatando su ascendencia, lugar de nacimiento, milagros realizados y, la piedra angular de la nueva religión, su resurrección tras la muerte. Finalmente, los Evangelios quieren fijar la base de la doctrina católica, por lo que probablemente están llenos de interpolaciones y añadidos posteriores para legitimar temas espinosos, como el papado romano, la divinidad de Cristo y algún otro al que nos referiremos luego.
Con todo ello no quiero decir que los historiadores, incluso los no cristianos, nieguen la figura histórica de Jesús. En absoluto. Flavio Josefo se refiere a él, sin dar detalle alguno, en su descripción de la campaña de Tito contra Jerusalén unos cuarenta años después de su muerte y el hecho mismo de la existencia de la tradición nos dice mucho a favor de que tras ella hay una historia como ocurre con todas las tradiciones. Pero eso no nos resuelve ninguna cuestión que queramos plantear en el plano de la Historia. Por ejemplo: por qué Cristo fue condenado a muerte, por qué mediante crucifixión, por qué por un gobernador romano en un estado que era autónomo , gobernado por el rey Herodes Antipas que no directamente por el emperador Tiberio.
Para intentar iluminar algo estas cuestiones tenemos que agarrarnos a la historia comparada. Es decir comparar el caso de Jesús con otros hechos históricos conocidos fehacientemente. Así, la mejor pista que tenemos es su propia condena: la crucifixión, que era un tipo de condena reservado a los traidores o a los enemigos declarados de Roma, que la imponían solamente las autoridades romanas y en delitos que estaban por encima de la competencia de gobiernos títere como el de Herodes.
¿Pudo Jesús ser un enemigo de Roma o, al menos, así creerlo las autoridades? Pues sí. Pudo serlo si extrapolamos detalles que nos dan los mismos Evangelios.
1) La tradición le llama en muchas ocasiones el Nazareno. Quizás porque viviese su infancia y juventud en Nazareth, pueblecillo de Galilea, al norte de Israel (De todo ello no tenemos ni idea porque de ese periodo de su vida los Evangelios no dicen absolutamente nada). Pero los Nazarenos eran también un grupo, ahora llamaríamos independentista, que se oponía violentamente al dominio romano muy identificados con el movimiento zelote.
2) ¿Cristo violento? Digamos que al menos tenía mal genio; en una ocasión secó una higuera porque no tenía fruto cuando a él le apeteció. Eso, como mínimo, es un rebote. En otra expulsa a latigazos, derribando sus puestos de comercio, a los mercaderes que se encontraban en el atrio del Templo de Jerusalén, entre ellos a los cambistas de moneda, una especie de concesión funcionarial dada por Roma. Y finalmente, sus compañeros o apóstoles iban armados. Pedro cortó la oreja de un uno de los esbirros que fueron a prender a Jesús; y lo hizo con su propia espada. Lo podéis leer en el Evangelio.
3) Jesucristo se mostró siempre como el Mesías. Esta figura, esencial en la religión judía, conlleva ser un poderoso rey que expulsará a los enemigos de Israel y restablecerá su poder y gloria sobre el resto de los pueblos. Incluído el romano, por supuesto. Su entrada en Jerusalén el Domingo de Ramos con el pueblo aclamándole iba por ese camino.
Así que sí; el gobernador de Roma, Poncio Pilatos (sí es figura histórica probada) tenía suficientes motivos para prenderle, juzgarle y condenarle a muerte por crucifixión como enemigo de Roma, bien fuese en connivencia con los judíos que hoy llamaríamos colaboracionistas, bien fuese por su propia cuenta. Entonces, ¿a qué viene el numerito de el lavado de manos o echar toda la culpa a los sacerdotes del Templo? Pues viene a lo que antes dijimos: que los Evangelios son muy posteriores a los hechos narrados, que tienen interpolaciones según los intereses de la Iglesia y que quedaría como mínimo raro que ésta se aliase con el Estado romano en el siglo IV siendo éste el mismo que condenó a muerte y mató al Hijo de Dios fundador de la religión cristiana. Los judíos eran mucho más políticamente correctos como deicidas.
O todo lo contrario porque de documentos históricos, ya te digo, ni uno.
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Saludos.
ResponderEliminarAntes que nada me presento. Soy Salvador, administrador del Blog «Literatura es aprehender a la realidad»: literatura-es-realidad.blogspot.mx y de la cuenta @teoremadegoedel en Twitter: twitter.com/teoremadegoedel
Esperando se encuentren bien, les propongo algo: que participen en la IV Edición del Carnaval de Humanidades. Al menos con esta entrada, que me ha parecido muy adecuada. La convocatoria al Carnaval está aquí: http://literatura-es-realidad.blogspot.mx/2013/03/la-iv-edicion-del-carnaval-de.html
No tienen que hacer más que decirme, si así lo desean, en un comentario en mi blog o un tweet que están de acuerdo con su participación.
Ojalá acepten, que su blog es excelente.
Saludos, y de antemano gracias. :D
Hola, de nuevo. Gracias por aceptar la invitación. Ya estás participando en el Carnaval. :D Puedes visitar la página para leer el resumen de tu entrada: http://literatura-es-realidad.blogspot.mx/2013/03/la-iv-edicion-del-carnaval-de.html. Está hasta el final, pues es la décima. Saludos, y nuevamente gracias.
ResponderEliminar¡Hola! Ya votaron tu entrada. Mira: http://carnavalhumanidades.blogspot.com.es/2013/04/fin-de-la-iv-edicion.html Tú también puedes votar.
ResponderEliminarSaludos. :D