LA ESTRELLA DE LOS REYES MAGOS

Me encontraba el otro día haciendo de Alberto Schommer  con una cámara de fotos cuando ¡oh sorpresa! capto la imagen con la que encabezo esta entrada.
Dadas las fecha, no dudo en su interpretación: acabo de fotografiar la estrella de los Reyes Magos. Bien es verdad que no me encontraba en Belén sino en Coín, provincia de Málaga. Pero ¿qué tipo problema  es ese para la fe? Ninguno. Que se lo pregunten a todos aquellos que han visto OVNIS, a los pastorcillos y pastorcillas (siempre son del mismo gremio) a los que se les ha aparecido la Virgen o a los que creen que el sistema de gobierno de los países occidentales es la auténtica democracia.

Y así empiezan los mitos. Alguien ve algo; lo interpreta a su forma, modo y manera según sus más o menos escasas luces. Lo transmite oralmente y para cuando el hecho llega cuatro pueblos más allá, ya no reconoce la noticia ni su padre. Si a eso le añadimos siglos e intereses por parte de los poderosos para que la gente se crea cualquier idiotez nos montamos desde una religión hasta la batalla de Covadonga o de Clavijo con la Virgen y el apóstol Santiago dando peñascazos a los infieles del sur.

Así que si os aseguro que lo de la foto es la estrella de los Reyes por lo menos es más inocente que  decir que los economistas saben de economía, que las monarquías dan estabilidad a los sistemas políticos o que Belén Esteban sabe hablar y tiene algo que decir.