Estos días pasados estuve paseando por Úbeda y sus cerros aprovechando mi sistencia a unas jornadas organizadas por la asociación de historiadores Hespérides. Siempre sorprende esa maravillosa ciudad, Patrimonio de la Humanidad junto con Baeza.
Recorriendo sus calles y plazas nos encontramos con una increíble urbe renacentista con aires marcadamente florentinos. Dos personaje fueron los artífices de la misma. Por un lado, don Francisco de los Cobos, todopoderoso secretario de Carlos V y por otro, el arquitecto Andrés de Vandelvira. Llama la atención de don Francisco que en vez de construírse un castillo-palacio para una corte feudal al modo que hizo el Duque de Alba (el otro gran colaborador del emperador) en Alba de Tormes, lo que hace es una ciudad italianizante acorde con los conceptos artísticos más modernos de la época. Pero poco podría haber hecho el de los Cobos sin el genio del otro artífice de Úbeda: el arquitecto Andrés de Vandelvira que es quien le da la impronta toscana al renacimiento andaluz. De su magnífco concepto del espacio arquitectónico son producto la catedral de Jaén, el Salvador y el Hospital de Santiago de la ciudad que nos ocupa y tantos más.
Recorriendo sus calles y plazas nos encontramos con una increíble urbe renacentista con aires marcadamente florentinos. Dos personaje fueron los artífices de la misma. Por un lado, don Francisco de los Cobos, todopoderoso secretario de Carlos V y por otro, el arquitecto Andrés de Vandelvira. Llama la atención de don Francisco que en vez de construírse un castillo-palacio para una corte feudal al modo que hizo el Duque de Alba (el otro gran colaborador del emperador) en Alba de Tormes, lo que hace es una ciudad italianizante acorde con los conceptos artísticos más modernos de la época. Pero poco podría haber hecho el de los Cobos sin el genio del otro artífice de Úbeda: el arquitecto Andrés de Vandelvira que es quien le da la impronta toscana al renacimiento andaluz. De su magnífco concepto del espacio arquitectónico son producto la catedral de Jaén, el Salvador y el Hospital de Santiago de la ciudad que nos ocupa y tantos más.
Pero hay más Úbedas: la ibera, la visigótica, la andalusí , la medieval románico-gótica y así hasta llegar a nuestros días.
El álbum que ofrezco en Picassa (podéis verlo entrando en la sección "Mis Fotos" de este blog) lo he titulado "Úbeda íntima" porque he buscado -indudablemente sin conseguirlo- retratar la ciudad recoleta, nocturna, interior, un poco al margen de las fotografía de libro de texto o de folleto de turismo. Me gustaría conseguir con estas imágenes animar a acercarse a la comarca de La Loma a aquellos que aún no lo hayan disfrutado.
Don Daniel se está ''jartando'' de las dos uves más importantes de la vida. Viajar y Vino.
ResponderEliminarMi querida Lady L: qué duda cabe que hago lo que puedo en ambos aspectos. Aunque no siempre son compatibles. Dentro de unos días me voy a Siria: gran viaje y cero en vino por ser país musulmán. Ya os contaré y daré la paliza con las "afotos"
ResponderEliminar